En Damara nos dedicamos al acompañamiento a niñes, familias y profesionales de la infancia tanto desde un punto de vista terapéutico como desde un punto de vista más preventivo y formativo.

Nuestro objetivo en ambos casos es el mismo: velar por el desarrollo saludable de la infancia desde una mirada consciente y respetuosa con las necesidades reales de los niñes. De ahí que el acompañamiento sea una de nuestras especialidades junto a la terapia de juego.

Comprender y cuidar del mundo emocional de los niñes y acompañarles desde el respeto es fundamental, pero no siempre resulta fácil. Por eso, en este artículo queremos compartir con vosotres los principios básicos del acompañamiento. Y lo hacemos a través de una metáfora a la que nos gusta hacer referencia y que creemos que resume muy bien en qué consisten estos procesos:

ACOMPAÑAR ES ‘CAMINAR AL LADO DE ALGUIEN’

Ni delante ni detrás, al lado. De tú a tú y con todo el respeto y amor posibles. El acompañamiento terapéutico, tanto si es con niñes o adolescentes como si es con las familias, se basa en el principio de respetar la vida del otre, de situarse a su lado sin tratar de invadir o salvar su vida.

Acompañar es aceptar el momento vital de la otra persona y, de alguna manera, ver la capacidad y los recursos que tiene por ella misma. Durante el acompañamiento no damos consejos ni decimos lo que creemos que debería hacer un niñe o adolescente para afrontar una situación, emoción o dificultad que bloquea su proceso de aprendizaje, crecimiento o evolución. No es una función que corresponda a una terapia no directiva como es el acompañamiento.

Muchas veces, las personas disponemos de los recursos necesarios para avanzar o superar dificultades, pero no de un espacio en el que poder ser une misme con total aceptación y poder hablar de las cosas que nos pasan o, en el caso de los niñes, jugar con lo que nos pasa. Acompañar es crear ese espacio de aceptación y dirigir una mirada reconfortante hacia el otre para que crea en sus capacidades y recursos.

La aceptación del otre

Palabras como amor, respeto, lentitud y aceptación son claves para entender, aprender y practicar el acompañamiento de nuestros hijes. De hecho, la ACEPTACIÓN es otro de los pilares fundamentales e imprescindibles de los procesos de acompañamiento que iniciamos tanto en nuestro centro de Barcelona como en casa o en el colegio.

Cuando acompañamos, aceptamos el destino del otre cuando decide no hacer lo que creemos que sería adecuado para elle.. Aceptamos su decisión y estamos a su lado para que se sienta acompañade y validade. De alguna manera, acompañar es saber estar ahí y crear un espacio de apoyo. Crear un espacio de validación y fortaleza que capacita al niñe: observamos, escuchamos, jugamos… y facilitamos sus procesos.

Beneficios del acompañamiento familiar

A través del acompañamiento familiar sistémico observamos que información nos da el comportamiento, síntoma o dificultad que presenta un niñe y os acompañamos a abrir la mirada, a obtener recursos y estrategias para acompañarle y mejorar así el clima en casa o reducir el miedo, la ansiedad o el malestar que una situación pueda estar generando.

El acompañamiento familiar –aquí encontraréis más información (ENLACE)- ofrece a madres, padres y familias un espacio donde exponer dudas, inquietudes y preocupaciones relacionadas con el crecimiento saludable de los hijes. Os empoderamos desde una mirada respetuosa porque sois el vínculo que necesitan los niñes para crecer con confianza en la vida.

Por eso, aprender a acompañar resulta tan importante y beneficioso para todes. Y es que el acompañamiento favorece la reflexión profunda sobre las emociones y las dinámicas familiares y permite tomar consciencia de la realidad, así como responsabilizarse de los cambios necesarios para el bienestar del niñe y de todos los miembros de la familia.

El acompañamiento también prepara a madres y padres para una comunicación más emocional a través de un lenguaje más natural para niñes y adolescentes. Crea y fortalece los vínculos saludables, la confianza y el respeto.

De hecho, todo lo que hemos destacado a lo largo de este artículo sobre el acompañamiento infantil y familiar podría aplicarse a todas nuestras relaciones personales – hijes, familias, amigues, compañeres de trabajo… AMOR, RESPETO Y ACEPTACIÓN.

¿No es eso a lo que todos aspiramos cuando nos relacionamos?