En los últimos meses hemos repasado casi todas las etapas de la crianza respetuosa y algunas de las dificultades que más observamos en nuestro centro. Por eso, y después de reflexionar durante muchos días, hemos decidido volver al inicio de todo, al inicio de la vida.

De dicho inicio ya hablamos, precisamente, en los inicios de Damara. Hay no teníamos casi lectores ni seguidores. Ahora, y después de un tiempo, creemos que tal vez es necesario volver porque para nosotras es importante situar el inicio de la crianza respetuosa en la barriga de la madre, es decir, en el embarazo. Cada vez somos más las personas que creemos, y las investigaciones que lo demuestran, que le niñe registra las primeras experiencias que influirán de manera directa en su vida en la barriga de su madre.

En la etapa intrauterina le niñe y la madre son una sola persona. Todo lo que vive la madre a nivel emocional también lo vive le niñe. Cuidar de la madre durante todo el embarazo es crucial ya que significa plantar la semilla para que les niñes tengan una buena salud mental y emocional.

No es lo mismo una madre que durante el embarazo se sienta triste y sola, que una madre que, pese a los cambios que experimenta, se sienta acompañada, sostenida y protegida por las personas a las que quiere. En esta etapa, le niñe registra corporal y sensorialmente todas las experiencias de la madre a través de lo que se conoce como memoria implícita.

Este registro, así como la herencia genética, serán lo que posteriormente marcará el temperamento del niñe. Por eso, les bebés ya nacen con un cierto carácter, aunque este no esté definido ni estructurado.

Por tanto, la mejor manera de fomentar la salud mental y emocional de les más pequeñes es cuidar a la madre. Nos gusta insistir en ello porque proporcionarle todo el apoyo emocional que necesite es muy importante. Si ella está tranquila, le niñe también.

De hecho, hay que recordar que durante el embarazo la madre entra en un estado regresivo en el que se abren todas sus memorias de la infancia: la relación con su madre, con su padre… y aunque sea un buen momento para mirar aspectos que tal vez hayan quedado escondidos en su interior, experimentar todo ello sin ayuda ni apoyo puede ser un descontrol emocional considerable.

Y como en Damara nos gusta mucho la teoría, pero aún más ponerla en práctica, hoy queremos acabar nuestro artículo con algunas preguntas y recomendaciones:

Si eres una mujer embarazada o acabas de tener une bebé, estas preguntas son importantes:

  • ¿Cómo me siento?
  • ¿Me siento acompañada?
  • ¿Tengo espacios para dejar caer con alguien?

Y si en tu entorno hay una mujer embarazada, pregúntale de qué manera la estás acompañando y qué necesita. En esta etapa es de vital importancia el acompañamiento de la TRIBU, y lo escribimos así en mayúsculas porque tenemos la sensación de que es un concepto que se está perdiendo.